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    Calefacción para uso profesional en hostelería


    La comodidad de los clientes es una prioridad en el sector HORECA. Durante las épocas frías, ofrecer un ambiente cálido es esencial para que la experiencia sea inolvidable. Sin embargo, no todos los espacios cuentan con sistemas de calefacción central, especialmente en edificios antiguos. Por ello, tener una solución de calefacción portátil puede marcar la diferencia. En esta guía te ayudamos a elegir el mejor sistema de calefacción eléctrica y explicamos los diferentes tipos de calefactores, radiadores y sus ventajas para cada espacio profesional.


    1. Tipos de sistemas de calefacción eléctrica


    a calefacción eléctrica es una solución versátil que se adapta a distintos tipos de espacios y necesidades. Existen diversos sistemas, desde radiadores de aceite hasta calefactores halógenos por infrarrojos, cada uno con características específicas.


    A continuación, te detallamos cada opción para que encuentres la que mejor se adapte a tu negocio.


    1.1. Radiadores de aceite

    Los radiadores de aceite son una opción popular y eficiente para calentar espacios de mayor tamaño. Aunque su nombre pueda dar a entender lo contrario, no funcionan a base de aceite combustible, sino que son radiadores eléctricos. Su interior contiene aceite térmico, el cual se calienta y se distribuye por las aletas del radiador, liberando calor de forma gradual y uniforme. Esto los hace ideales para mantener una temperatura constante en habitaciones más amplias.


    Ventajas de los radiadores de aceite:

    • Calientan áreas más grandes de manera uniforme.
    • Son silenciosos, lo que favorece la tranquilidad de los huéspedes.
    • Poseen un alto nivel de seguridad gracias a sus sistemas de protección.


    Desventajas de los radiadores de aceite:

    • Tardan más tiempo en calentarse en comparación con otros calefactores.
    • Suelen ser menos eficaces para calentar habitaciones pequeñas de manera rápida.


    Además de aceite, algunos radiadores utilizan agua como medio de transmisión del calor. Estos radiadores de agua ofrecen un calentamiento más rápido, aunque no tan duradero como el aceite.


    1.2. Calefactores de aire

    El clásico calefactor es una herramienta móvil, ligera y efectiva para calentar espacios pequeños rápidamente. Se componen de una resistencia eléctrica que, combinada con un ventilador, expulsa aire caliente. Esta característica los convierte en una opción perfecta para habitaciones o áreas de paso que necesiten un calentamiento rápido.


    Ventajas de los calefactores de aire:

    • Calentamiento rápido de habitaciones pequeñas.
    • Precio de compra más asequible que otros sistemas de calefacción.


    Desventajas de los calefactores de aire:

    • Pueden generar ruido, lo cual puede ser molesto para los clientes.
    • Menos eficaces en habitaciones grandes, ya que su alcance es limitado.


    Es importante ubicar el calefactor de forma que no obstruya el flujo de aire, evitando que el calor se acumule y cause una parada de emergencia. Además, algunos modelos ofrecen la opción de regular la potencia y el nivel de ruido.


    1.3. Convector eléctrico

    La calefacción por convección utiliza el flujo natural del aire para distribuir el calor. Los convectores calientan el aire frío que circula por la parte inferior del aparato y lo liberan caliente por la parte superior. Esta circulación de aire constante permite calentar habitaciones pequeñas de forma uniforme.


    Ventajas de los convectores eléctricos:

    • Menor nivel de ruido comparado con los calefactores.
    • Calientan la estancia más rápido que los radiadores de aceite.


    Desventajas de los convectores eléctricos:

    • Son más ruidosos que los radiadores de aceite, especialmente si tienen un ventilador incorporado.
    • Eficaces solo en habitaciones pequeñas y de tamaño medio.


    Si eliges un convector con ventilador, asegúrate de que se pueda apagar por separado para evitar corrientes de aire que puedan incomodar a tus clientes.


    1.4. Calefactores halógenos por infrarrojos

    Los calefactores halógenos por infrarrojos son una opción interesante para espacios exteriores o áreas con corrientes de aire, como terrazas. Este tipo de calefactor emite calor mediante radiación infrarroja, que calienta directamente a las personas y objetos sin calentar el aire a su alrededor. Esto significa que son eficientes en espacios abiertos o mal aislados.


    Ventajas de los calefactores halógenos:

    • Calor inmediato y dirigido.
    • Eficientes en exteriores y espacios con ventilación constante.


    Desventajas de los calefactores halógenos:

    • Menor capacidad para calentar áreas grandes de manera uniforme.
    • La radiación infrarroja puede no ser tan efectiva en espacios cerrados.



    2. Criterios para elegir un sistema de calefacción


    La elección del sistema de calefacción adecuado dependerá de diversos factores como el tamaño del espacio, el tipo de ambiente que deseas crear y las necesidades específicas de tu negocio.


    2.1. Rendimiento del calefactor

    La potencia calorífica es el factor clave a la hora de elegir un calefactor. Como regla general, se recomienda contar con 50 vatios por metro cuadrado. Por ejemplo, una habitación de unos 40 m² requeriría un calefactor de entre 2.000 y 2.500 vatios para asegurar una temperatura agradable. Para espacios más pequeños, como aseos o pasillos, se pueden utilizar dispositivos con menos potencia.


    2.2. Tamaño y peso del calefactor

    Los calefactores y radiadores eléctricos varían en tamaño y peso. Es esencial que se adapten al espacio disponible y que sean lo suficientemente ligeros para ser trasladados si es necesario. Los radiadores de aceite tienden a ser más pesados que los calefactores de aire, mientras que los convectores suelen tener tamaños más compactos.


    2.3. Protección contra sobrecalentamiento

    Un buen sistema de calefacción eléctrica debe contar con protección contra sobrecalentamiento. Esta función hace que el aparato se apague automáticamente si alcanza una temperatura excesiva, garantizando la seguridad tanto de los clientes como de los empleados.


    2.4. Control de heladas

    Algunos calefactores eléctricos tienen un sistema de control de heladas que activa la calefacción automáticamente si la temperatura ambiente baja de cierto nivel. Esto es especialmente útil en lugares que permanecen vacíos durante largas temporadas o en días extremadamente fríos.


    2.5. Protección contra salpicaduras de agua

    Para zonas húmedas o cocinas, es imprescindible que el calefactor cuente con protección contra salpicaduras de agua. Busca equipos con al menos una certificación IPX4, que garantice su resistencia a la humedad y permita su uso seguro en entornos húmedos.



    3. Chimeneas eléctricas: una opción decorativa


    Si buscas una opción más decorativa que funcione como punto focal en tu local, una chimenea eléctrica puede ser una excelente elección. Aunque no son tan eficientes para calentar grandes espacios como otros sistemas, aportan un toque de calidez y elegancia. Algunas chimeneas cuentan con sistemas de calefacción por convección o resistencias, añadiendo una capa funcional a su atractivo estético.



    4. Limpieza y mantenimiento de la calefacción


    El buen funcionamiento de los calefactores y radiadores eléctricos depende en gran medida de un correcto mantenimiento. La limpieza regular de estos equipos no solo prolonga su vida útil, sino que también garantiza un rendimiento óptimo y seguro. Aquí te ofrecemos algunas recomendaciones para el cuidado de estos sistemas de calefacción en tu negocio.


    4.1. Limpieza de los calefactores y radiadores

    La acumulación de polvo y suciedad puede afectar el rendimiento y la eficiencia de los radiadores eléctricos y calefactores de aire. Es importante limpiarlos regularmente siguiendo estos consejos:

    • Apaga y desconecta el aparato. Antes de limpiar cualquier calefactor, asegúrate de que esté apagado, desenchufado y frío.
    • Usa un paño suave y seco. Para eliminar el polvo y la suciedad de la superficie del aparato, utiliza un paño suave, seco o ligeramente humedecido. Evita usar productos químicos fuertes, ya que podrían dañar los materiales del calefactor.
    • Limpia las rejillas y ranuras de ventilación. Para los calefactores de aire o convectores, es fundamental mantener limpias las rejillas de ventilación para asegurar un buen flujo de aire. Puedes usar un cepillo suave o una aspiradora con accesorio de cerdas suaves para eliminar el polvo de las ranuras.
    • Radiadores de aceite y de agua. Estos radiadores requieren menos limpieza debido a su diseño sellado. No obstante, se recomienda pasar un paño suave por las aletas del radiador para eliminar el polvo y asegurar una distribución de calor más eficiente.


    4.2. Revisión y mantenimiento preventivo

    El mantenimiento preventivo es crucial para asegurar que los calefactores y radiadores eléctricos funcionen de forma segura y eficiente:

    • Revisa los cables y enchufes. Regularmente, inspecciona los cables de alimentación para detectar cualquier señal de desgaste o daño. Si encuentras algún problema, deja de usar el aparato y consulta con un profesional.
    • Comprueba el funcionamiento del termostato. Si el calefactor tiene un termostato, verifica que mantenga la temperatura deseada de forma adecuada. Un termostato que no funcione bien puede afectar la eficiencia energética del sistema.
    • Limpieza de filtros (si aplica). Algunos calefactores y convectores cuentan con filtros que deben limpiarse o reemplazarse periódicamente para garantizar un funcionamiento correcto. Sigue las indicaciones del fabricante para su mantenimiento.
    • Evita obstrucciones. Asegúrate de que el calefactor no esté bloqueado por muebles, cortinas u otros objetos que puedan limitar el flujo de aire y causar sobrecalentamiento.


    4.3. Almacenamiento de calefactores eléctricos

    Si no utilizas los calefactores o radiadores eléctricos durante ciertas temporadas, como en primavera y verano, es importante almacenarlos correctamente:

    • Límpialos antes de guardarlos. Asegúrate de que estén limpios y secos antes de almacenarlos para evitar la acumulación de polvo o humedad.
    • Almacena en un lugar seco y seguro. El lugar de almacenamiento debe ser fresco, seco y lejos de la luz solar directa para evitar daños en los componentes eléctricos.
    • Cubre el calefactor. Usa una funda o tela para proteger el aparato del polvo mientras está guardado.


    4.4. Mantenimiento profesional

    Si notas que el calefactor no calienta como debería, produce ruidos inusuales, o detectas cualquier otro problema de funcionamiento, es recomendable acudir a un técnico especializado para una revisión completa. Un profesional podrá identificar y solucionar problemas que no sean visibles a simple vista, garantizando el buen estado del equipo y la seguridad de los usuarios.


    FAQ

    ¿Qué sistema de calefacción es más adecuado para espacios exteriores?

    ¿Puedo usar radiadores eléctricos en baños?

    ¿Qué sistema de calefacción es más silencioso?

    ¿Cuál es la potencia recomendada para un calefactor eléctrico?