Agua al por mayor para hostelería
El agua es un elemento imprescindible en la hostelería, tanto para elaborar comidas como para garantizar una higiene adecuada de las instalaciones y procesos de cocinado. A ello hay que sumarle la necesidad de contar con agua para ofrecer a los clientes como bebida. Por eso, en un negocio de restauración el origen del agua va más allá de aquella cuya procedencia es el grifo; también se necesita agua envasada. ¡Descubre en Makro, mayorista de bebidas, nuestro surtido de agua para hostelería!
Consigue tu tamaño
Agua en formatos adaptados para negocios Horeca
Tipos de aguas
Lo mejor del agua
Propiedades del agua
Conservación o almacenaje del agua según embotellado
FAQs
Preguntas frecuentes
Además de la opción de agua embotellada, algunos establecimientos hosteleros ofrecen a sus clientes agua filtrada, es decir, agua del grifo que se somete a un sistema de filtración. Entre sus ventajas destacan:
- Mantiene todos sus nutrientes ya que los filtros no eliminan los minerales.
- Se eliminan posibles olores y sabores extraños (procedentes del tratamiento del agua o las tuberías), así como partículas en suspensión.
- Se equilibra el pH.
- Supone un ahorro para el negocio de hostelería ya que el agua filtrada es más económica que la embotellada.
- Tiene un menor impacto ambiental al reducirse considerablemente el número de residuos generados (botellas de cristal o plástico), por lo que contribuye a que tu negocio sea más sostenible.
- Ahorro de espacio para almacenamiento.
Para elegir un sistema de filtración adecuado para tu establecimiento de hostelería hay que tener en cuenta varias cuestiones, como el nivel de dureza del agua de la zona o dónde lo vamos a utilizar (no es lo mismo en cocina que en una barra de bar o el comedor de un restaurante). De este modo, si son aguas duras lo más recomendable son equipos de osmosis, al igual que en la cocina, ya que su uso va a ser habitual y de forma intensa. En el caso de colocar dispensadores en sala podemos optar por cartuchos filtrantes.
Contar con un servicio de agua potable de calidad es una máxima en un restaurante ya que es una cuestión que repercute en el sabor de las comidas, así como en la seguridad alimentaria. Para garantizar esta cuestión, además de evitar posibles fugas, es recomendable realizar revisiones regulares (cada dos/tres meses) en tuberías, grifos, fregaderos, lavabos, sanitarios y desagües para detectar posibles puntos de fuga. También se aconseja mantener limpios los fregaderos y no depositar en ellos restos de comida ni aceite ya que pueden provocar atascos. Además, especialmente en zonas con aguas duras, hay que descalcificar tuberías, filtros y grifos para evitar que las tuberías se atasquen, perdamos presión en el agua y se formen bacterias.
Una de las opciones más ecológicas para el suministro de agua en hoteles y restaurantes es decantarse por ofrecer a los clientes agua filtrada; es decir, agua del grifo que se somete a un sistema de filtrado para eliminar partículas en suspensión, posibles sabores, equilibrar el pH y reducir la dureza.
El pH del agua es un indicador que muestra su nivel de alcalinidad o acidez. Para ello se utiliza una escala que va del 0 al 14, de modo que el agua pura está en el medio (7), la ácida por debajo y la alcalina por encima. Para el consumo humano, y por lo tanto en hostelería, se recomienda que el pH esté entre 6,5 y 9,5. Un pH inadecuado del agua destinada al consumo humano puede tener efectos perjudiciales para la salud al provocar problemas estomacales y, en caso de prolongarse en el tiempo, cálculos renales u osteoporosis.