Cómo encontrar ubicación para un restaurante

En una zona residencial, que suele estar situada alrededor del centro de la ciudad, hay que tener en cuenta el tipo de residentes que viven allí. Estas son algunas preguntas que debes hacerte:

¿Se trata de una zona de reciente urbanización en la que viven jóvenes parejas y familias? ¿Es una zona en la que vive mucha gente desde hace muchos años, como personas mayores sin hijos en casa? ¿Es un área en la que viven muchos estudiantes?

La mayoría de las zonas residenciales tienden a albergar un grupo demográfico específico. Infórmate sobre los residentes antes de decidirte a abrir un restaurante. Cuando la mayoría de los habitantes de una zona residencial específica son jóvenes, los restaurantes con una cocina y un estilo general más modernos son más adecuados que los restaurantes muy tradicionales de cocina local. Los estudiantes, las parejas jóvenes y las familias jóvenes pueden estar más interesados en la cocina extranjera, la comida vegana o vegetariana, o una temática sostenible y respetuosa con la ética. En una zona con muchos estudiantes, un restaurante que ofrezca comida económica con un ambiente moderno y divertido podría tener más éxito que un restaurante de alta cocina con alimentos más caros en el menú. La generación de más edad podría estar interesada en un restaurante tradicional donde se sientan como en casa y puedan disfrutar de comidas familiares. En resumen, si quieres abrir un restaurante en una zona residencial, intenta conocer a fondo a su gente, averigüa lo que les gusta y descubre las necesidades del área.

En una zona comercial, que suele estar situada en el centro de la ciudad, hay que tener presente la apertura de nuevos restaurantes y, por tanto, la alta posibilidad de competencia.

Recomendamos pasear por esa zona comercial o abrir Google Maps para averiguar:

• cuántos restaurantes hay ya situados allí,
• qué tipo de cocina ofrecen estos restaurantes,
• cuántos posibles espacios libres para restaurantes quedan en el mercado.

Esto es importante para evaluar si la competencia podría abrir allí también un restaurante y en qué medida. Incluso si la cocina que deseas ofrecer ya está en otros locales del centro de la ciudad, esto no tiene por qué detenerte. Asegúrate de que tu establecimiento ofrece a los clientes una experiencia interesante, diferente y emocionante mientras cenan. Tal vez puedas introducir un nuevo concepto de restauración en el centro de la ciudad o añadir actividades de entretenimiento a tu local. Las posibilidades son prácticamente infinitas.

Dado que probablemente también haya muchas tiendas y oficinas de trabajo en la zona comercial del centro de la ciudad, tendría bastante sentido abrir un restaurante sólo allí, si puede ofrecer un menú de mediodía. En la hora del almuerzo, muchos profesionales y trabajadores quieren salir a descansar, relacionarse y disfrutar de un buen restaurante con grandes ofertas. Las opciones de comida para llevar también pueden atraer a muchos profesionales que no tienen tiempo para una larga pausa para comer.

En una zona industrial se encuentran sobre todo fábricas, concesionarios de automóviles y, si la zona también alberga empresas, grandes oficinas. En un área de este tipo, puede tener más sentido centrarse en opciones para el almuerzo, ya que por las tardes la mayoría de los trabajadores ya no estarán allí.

Una cocina más tradicional o sencilla podría atraer a más gente que una experiencia gastronómica con una cocina de fusión. La mayoría de los trabajadores de una zona industrial prefieren un almuerzo rápido y sencillo cuando toman su descanso, en lugar de sentarse en un restaurante elegante.

Las zonas rurales se encuentran en las afueras de la ciudad y están formadas, en su mayoría, por naturaleza. En estas áreas suele haber agricultura y posibilidades de ocio y, a veces, algunas residencias se intercalan entre el paisaje natural. Los posibles clientes serían por motivos de turismo, personas que disfrutan de un día en la naturaleza y gente de paso en un viaje más largo. Por ello, un restaurante que ofrezca una cocina que buena parte de la gente disfrute en diferentes momentos del día -comida, café por la tarde, cena- encajaría perfectamente. La mayoría de los clientes disfrutarían de la posibilidad de sentarse en un patio o en un jardín, acompañados de la naturaleza silenciosa que rodearía el restaurante.

Antes de decidirte a abrir un restaurante en una zona rural, explórala por tu cuenta, averigua qué tipo de personas hay y qué actividades hacen cuando están de paso por allí. No te equivocarás abriendo un restaurante familiar que ofrezca una cocina sencilla, pero deliciosa, que guste a todo el mundo. Sin embargo, ten en cuenta otros restaurantes cercanos, para no abrir el tuyo demasiado cerca de otro que ofrezca la misma cocina.

4.1 Elementos básicos del contrato de arrendamiento comercial

En España, para alquilar un local en el que ubicar un restaurante es necesario un contrato comercial entre el propietario y el arrendatario en base a la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). La duración del mismo se establece entre las partes.

Entre los elementos básicos que suelen figurar:

• una definición de ambas partes,
• una descripción exacta del espacio con su tamaño y ubicación,
• el objeto del arrendamiento,
• si se alquila solo el espacio o también su contenido (mobiliario, maquinaria, equipamiento de cocina…).
• el precio,
• el tiempo de alquiler,
• el plazo de preaviso,
• la fianza,
• la indemnización en caso de marcharse antes de lo establecido.

4.2 Cláusulas importantes del contrato comercial

El contrato debe formalizarse siempre por escrito y cualquier acuerdo verbal carece de efecto legal.

Sobre todo, comenta la posibilidad de protección de la competencia con tu casero. Esto significaría que él no puede alquilar sus espacios como otros restaurantes, protegiendo así tu posición y evitando que surja competencia en el mismo edificio. Además, habla con el casero sobre el tiempo de alquiler. Pregúntale si es ilimitado y, si no lo es, qué posibilidades existen de prorrogar el contrato una vez finalizado y si cambiarían las condiciones del mismo. Desgraciadamente, aún vivimos tiempos inciertos y nadie puede predecir el futuro, por eso es importante que te asegures de acordar una posible finalización prematura del contrato y un plazo de preaviso más corto.

Una vez que hayas hablado de los detalles del contrato con el propietario, hayas revisado el contenido con un profesional jurídico y firmado el contrato, podrás empezar a visualizar por fin el espacio de tus sueños y podrás empezar a desarrollar tu nuevo y bonito restaurante. En general, lo más importante es ser consciente del entorno de tu potencial establecimiento y asegurarte de que tu concepto encaja con los intereses de la zona.